La declaración trimestral en la Agencia Tributaria es un procedimiento que deben seguir los contribuyentes para informar sobre los ingresos y gastos de su actividad económica durante un trimestre determinado.
En concreto, esta declaración se refiere al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y al Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). En el caso del IRPF, los autónomos y las empresas deben presentar una declaración trimestral para informar sobre los ingresos obtenidos y los gastos realizados en el trimestre correspondiente. En función de estos datos, se calculará la base imponible y se determinará la cantidad que deben pagar en concepto de IRPF.
En cuanto al IVA, los autónomos y empresas que estén sujetos a este impuesto deben presentar una declaración trimestral para informar sobre las operaciones realizadas durante el trimestre y el IVA repercutido y soportado correspondiente a esas operaciones. De esta forma, se calcula el IVA a pagar o a compensar con el IVA soportado en facturas recibidas.
Es importante que los contribuyentes cumplan con estas obligaciones fiscales en plazo y forma, ya que el incumplimiento puede acarrear sanciones y recargos por parte de la Agencia Tributaria. Además, una correcta gestión fiscal puede ayudar a optimizar la carga fiscal de la empresa o del autónomo y a evitar sorpresas desagradables en la liquidación del impuesto anual.